La naturaleza integrada del currículo del CSJ lleva a que las asignaturas dialoguen entre sí y, por consiguiente, no permanezcan aisladas o produzcan un conocimiento segmentado. En este sentido, entendemos el proceso de aprendizaje como una red donde las áreas de saber están relacionadas unas con otras enfatizando en las relaciones que puedan existir entre los saberes.
La integración responde a una cosmovisión cristiana, entendida como la forma en que se ve y se entiende el mundo interpretando todo acontecimiento humano, a la luz de la fe, como fruto del diálogo entre Dios y el hombre o como falta de esa dinámica de encuentro. En relación con lo anterior, San Agustín categoriza su propio itinerario intelectual y espiritual de la siguiente manera: “Buscaba entonces el camino de adquirir aquella robustez que es necesaria para gozar de tí, y no podía hallarle hasta que me abrazase con Jesucristo, mediador entre Dios y los hombres, ensalzado sobre todas las criaturas y verdadero Dios bendito y alabado por todos los siglos, el cual me estaba llamando y diciendo: Yo soy el camino, la verdad y la vida” .
El CSJ realiza esta integración bajo la luz del modelo de educación clásica donde se educa a la persona en su integralidad para que pueda desplegarse de acuerdo al Plan de Dios a la par del fortalecimiento de sus virtudes, de su pensamiento crítico y de la percepción de la sabiduría y el orden de la Creación en concordancia con su edad y etapa del desarrollo.